1987. Otoño filosófico en las universidades argentinas

Otoño filosófico en las universidades argentinas

Lecciones y ensayos, Nº 48, Buenos Aires, Astrea, 1987

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Desde hace mucho tiempo el tema de una decadencia universitaria ya visible y latente, está en el lenguaje de todos aquellos que, como docentes o alumnos, sienten que tienen algún compromiso con la Universidad. Particularmente, el tema estuvo siempre entre los que más me inquietaron, acaso porque toda mi vida intelectual se desarrolló entre los claustros, acaso porque la Universidad merece -sea cual fuere su estado- una preocupación incardinada con el compromiso existencial de todos. Hace casi sesenta años mi tesis doctoral versó sobre la Universidad argentina; seis décadas han pasado y la cuestión tiene la misma actualidad; en la misma medida en que es allí donde las generaciones de hombres y mujeres se educan o no, donde se hace o se deshace el porvenir, debería crecer la preocupación oficial y la responsabilidad de los profesores. También deseo presentar la semblanza de lo que era la enseñanza de la filosofía del derecho en la Argentina como nivel latinoamericano, antes de ocupar yo la cátedra en la Universidad Nacional de La Plata; la transformación que sufrió esa enseñanza en todo el subcontinente desde 1935 en adelante con motivo de mi docencia en esa Universidad y en la de Buenos Aires desde 1947; cuál ha sido la situación de esa enseñanza con motivo de mi separación de la cátedra en 1956 por el gobierno militar entonces en el poder; y cuál es la situación actual, con profesores de distinto rango intelectual y preocupaciones científicas también diferentes. Por último, deseo plantear como interrogante si mi enseñanza universitaria desarrollada como filosofía de la ciencia del derecho, ha demostrado contener, por su dualidad, algún germen de importancia como filosofía fundamental para los filósofos y como metodología científica para los juristas.

1980. La racionalidad del ente: lo óntico y lo ontológico

La racionalidad del ente: lo óntico y lo ontológico

Estudios en honor del doctor Luis Recaséns Sichés, tomo I, UNAM, México, 1980

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La distinción heideggeriana entre óntico y ontológico no es fácil de hacer a primera vista, ni menos medir sus incalculables proyecciones, por mucho que esté resultando ineludible para las ciencias de lo humano como es el derecho. Como una primera noción, suficiente para los propósitos de esta monografía, digamos que ónticamente vemos al ente desde afuera, con pasividad (idealmente total), en forma contemplativa, tocado por su presencia y por nada más, en tanto que ontológicarnente el ente es visto desde adentro de él mismo, merced al despliegue de una actividad que lo proyecta como logos sobre la evidencia irrebasable de que todo cuanto existe, existe consistiendo en algo. «Óntico», adjetivo de ente, toma su significado de la existencia en sí de las cosas; esta existencia es un dato independiente de lo que el hombre puede saber acerca de ella; nuestro pensamiento ni la hace ni la deshace. «Ontológico», adjetivo de ser, corresponde a la interpretación que el hombre da cuando se pone en la tarea de descubrir la esencia de las cosas. En tal sentido, claro está, no aparece el ser de las cosas sino frente a un espíritu que las contempla también como ser, siendo ese espíritu quien lo declara. Obviamente el problema del ser corresponde, así, a una función del ser del espíritu que lo declara; y con tal alcance ni la pregunta ni la respuesta son algo independiente del hombre. Veremos luego, cómo hay en esto siempre una asunción respecto de los otros seres humanos, respecto de los restantes objetos culturales y respecto, incluso, de los objetos naturales que se integran como mundo objetivo. Esta asunción -allá, de un ser axiológico; y aquí, de un ser adiáforo- proviene del hecho esencial de que el ser humano vive con una comprensión del ser, al tener ser él mismo, teniéndolo de una forma absolutamente peculiar y ostensiblemente privilegiada. Todo el planteamiento existencial se radica en esta comprensión del ser como «verdad». Veámoslo.

Fuente

1975. Profesor Carlos Cossio: currículum actualizado (1941- 1975)

Profesor Carlos Cossio: currículum actualizado (1941- 1975)

Editorial La Ley, Buenos Aires, 1975

cossio_logoCumpliendo con la disposición reglamentaria recordada en la resolución de esta Facultad que me reintegró a mi cátedra de Filosofía del Derecho, elevo a Ud. el Currículum actualizado que me concierne. Por razones prácticas de extensión limito esta actualización a los dos rubros que constituyen su Primera y su Segunda Parte, como en cada una de ellas manifiesto explicando su razón de ser; amén de consignar, como Tercera Parte, tanto la nómina de los trabajos que he publicado desde 1956, fecha de mi exclusión de la Facultad, cuanto la de las obras que tengo entre manos para su edición en breve plazo y que considero integrantes del plan de mis actividades universitarias a realizar, de lo cual también se me solicita información. Acompaño a la presente, como Anexo, mi Currículum impreso a la fecha de 1964, gentilmente obsequiado por la revista LA LEY -celebrando la reedición de mi libro La Teoria Egológica del Derecho y el concepto jurídico de Libertad, que en 1947 mereció el Primer Premio Nacional de la Comisión de Cultura. Dicho Currículum da in formación suficiente hasta su fecha sobre los item que hoy dejo de lado por la razón arriba indicada; ésto es, sobre mis libros y ensayos anteriores a 1964, sobre las traducciones de ellos a cinco idiomas extranjeros, sobre las traducciones efectuadas por mí de autores de otros idiomas, sobre mis títulos académicos, sobre mi actuación docente en las universidades argentinas y algunas extranjeras, sobre las 17 revistas argentinas y 27 extranjeras en qué he colaborado y sobre las citas de mis obras de carácter meramente ilustrativo, todo lo cual tomaría, de actualizarse, una extensión excesiva para los fines del caso en este momento.